GUADALUPE PLATA EN LA ALQUITARA / SÁBADO 20 DE SEPTIEMBRE

Si la música sirve para acortar distancias, los pantanos del Delta del Mississippi y las áridas extensiones de la frontera tejana nunca habían estado tan cerca de la Andalucía más misteriosa y ancestral.



CAFÉ-BLUES LA ALQUITARA

SÁBADO 20 DE SEPTIEMBRE

GUADALUPE PLATA

Apertura puertas 

20:00 horas

Concierto 

21:00 horas 

ENTRADAS

ANTICIPADA 10€ / TAQUILLA  13€


ENTRADAS EN LA ALQUITARA

PUEDES RESERVAR TU ENTRADA POR WHATSAPP 

660960640 / 630609082

On line...

https://entradas.conciertos.club/events/guadalupe-plata-en-bejar

Guadalupe Plata remiten con su sonido al blues más tóxico y ponzoñoso, al de pantanos oscuros, ceremonias vudú y alcohol a espuertas. Pero siendo esa su bandera, la modernidad de su sonido se debe a un poderoso ramalazo psychobilly. En poco tiempo y sin forzar la marcha, han ido captando cada vez más atención, incluso entre los aficionados ajenos al género.






Cuando muchos grupos no saben aun por qué camino tirar (más por miedo que por indecisión) Guadalupe Plata son uno de esos exponentes que aúnan iniciativa y calidad. Los de Úbeda son únicos en tramar su blues pantanoso de azada y sus lamentos ebrios. Transmiten ese sudor que cae fruto de la pasión y la violencia, o de las dos cosas a la vez quizá, ganándose el respeto ajeno siendo firmes pero sin maltratar, la fórmula contemporánea. ( Mondo Sonoro)







Guadalupe Plata no son unos recién llegados aunque parezca que fue ayer cuando publicaron su primer Ep homónimo, un disco que marcó una clara directriz para nuestra banda underground más internacional: trabajo, militancia y una manifiesta pasión por los clásicos.

Con estas premisas llevan funcionando los de Úbeda desde 2007, actuando en todos los espacios imaginables y editando canciones que han acabado cimentando seis álbumes sin título inflados con blues crepitante, psychobilly lisérgico y surf de ciencia ficción. Con ellos han acumulado el reconocimiento (un Premio Ojo Crítico, un Premio Impala y varios Premios de la Música Independiente) y actuado por diversos rincones del planeta (Reino Unido, Europa, Sudamérica, EE. UU.), llegando a convertirse en el capricho confeso del mismísimo Iggy Pop.

Guadalupe Plata representan con su música, sin importar que sus inicios de furibunda intensidad hayan derivado en un tono más embriagador, no solo ya una honrosa excepción dentro del panorama estatal, sino todavía algo más importante, emerger como una propia definición estilística en sí mismos. Su propuesta, donde el aspecto instrumental destaca entre unas voces que acuden como ráfagas llegadas del inframundo, significa el reverso a cualquier impostura colorista y posmoderna, trenzando una relación natural con las más profundas raíces del tipo de sonido al que decidan asomarse. Su nuevo disco, de diverso clima ambiental, nos insta a participar en un juego que hace de cada una de sus casillas una experiencia tan emocionante como turbadora, una partida que en realidad es el espejo de la misma vida, esa donde cualquier resultado ofrecido por los dados es incapaz de alterar un final ya asignado.


 





«La prestigiosa revista británica Mojo los definió como “tan instantáneamente identificables como excelentes”. Una banda española jugando de tú a tú en las publicaciones anglosajonas desde sus raíces del blues. ¿Es posible? Lo es porque Guadalupe Plata es una formación fuera de lo normal. Una maravillosa locura española capaz de exprimir el blues-rock hasta límites insospechados.

Es una suerte que los tengamos por estas tierras. Y una nueva demostración de que no sabemos valorar la excelencia musical en las mismas tierras de Paco de Lucía. Si ya es costumbre observar cómo las bandas y los artistas más iconoclastas sobreviven en los márgenes del negocio musical en España, en el caso de Guadalupe Plata se cumple la norma de que para triunfar no basta la calidad, sino también formar parte de corrientes estilísticas determinadas, modas o escenas que se retroalimentan. Nada de esto sucede con este grupo salido del sur español.

Ritmo y fuego vivo para un grupo que ahora vuelve a demostrar que el blues-rock debe concebirse a estas alturas de la película como una máquina siempre en movimiento, intentando ajustarse a los tiempos. En estos tiempos de polarización y vértigo, donde todo se mueve a velocidad diabólica y se consume con gula, se agradece que lo frenético se ajuste a algo como Guadalupe Plata. Si la locura marca el día a día, o al menos eso parece, qué mejor que llevarla al prisma de este tren fuera de vías que representa esta banda». 

Fernando Navarro ,El País

https://elpais.com/cultura/2021/05/10/ruta_norteamericana/1620679071_383520.html




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